El perro de terapia: Sus características, funciones y cualidades

¿Qué es un Perro de Terapia?

Un perro de intervención y en concreto un perro de terapia es un animal que ha sido seleccionado y entrenado específicamente para acompañar a su guía humano (técnico). Su función es la de motivar, dar apoyo, acompañar, proporcionar afecto y comodidad a través del vínculo que establecen con aquellas personas que asisten a las sesiones, lideradas, en el caso de la terapia, por un profesional de la salud. Los perros de terapia forman parte del grupo de animales que participan en las Intervenciones asistidas (IAA) y comparten sus características y necesidades con el resto de perros que se eligen para esta labor (educación asistida y/o actividades asistidas). Podemos encontrarlos en hospitales, residencias de tercera edad y centros de salud mental, entre otros, donde se realizan las sesiones de terapia asistida con perros.

Como psicólogas podemos nombrar a nuestros compañeros peludos: perros de terapia, pues ellos son los protagonistas que nos acompañan a las sesiones de psicoterapia que realizamos en nuestro centro en Barcelona.

La inclusión del perro de terapia en espacios terapéuticos y sus beneficios han sido defendidos y demostrados por varios referentes de la medicina y la psicología a lo largo de los años. Desde entonces hasta la actualidad se sigue corroborando la enorme contribución que los animales pueden ofrecer a las personas.

Conociendo los efectos tan positivos de la compañía de los animales, en concreto de los perros, y del vínculo que llegamos a establecer con ellos podemos entender por qué incorporamos perros a las sesiones de intervención. Su compañía aporta numerosos beneficios: aumentan la comunicación y las habilidades sociales, no juzgan, mejoran la autoestima, fomentan la empatía, ayudan a la gestión y expresión emocional y relajan el ambiente, entre muchos otros.

Perro de Intervención Entrelazadogs

Perro de Terapia: Características y cualidades

El momento de seleccionar un perro para ser un futuro animal de intervención es muy  importante y hay que hacerlo con conocimiento y responsabilidad, ya que a ellos no se  les da la oportunidad de escoger el “trabajo” y es importante asegurarse de que lo van  a disfrutar siempre. Hay diversos aspectos que pueden influir tanto positiva como  negativamente en esta elección. La raza o posibles cruces que pueda tener el perro es  uno de ellos y nos dará mucha información sobre la carga genética que lleva el animal y, por consiguiente, su probabilidad de tener un temperamento determinado.

Una pregunta muy frecuente que nos suelen plantear a las personas que trabajamos en este sector es si cualquier perro puede ser un perro de terapia (o de intervención).

La respuesta rápida quizás sería “NO”. Si lo estudiáramos en profundidad podríamos responder “DEPENDE”. Depende de la función que vaya a desempeñar y depende del colectivo con el que vaya a participar.

A grandes rasgos podríamos defender que, así como los seres humanos no hemos nacido todos para desarrollarnos o permanecer en un tipo de ámbito en particular ni tenemos todos las mismas capacidades y cualidades, los perros tampoco.

Tanto las personas como los animales, todos somos únicos e irrepetibles. Así como los humanos tenemos distintos tipos de personalidad, los perros también. Así como nosotros nos sentimos más cómodos con un tipo de personas a nuestro alrededor, los perros también.

A la hora de seleccionar un cachorro (o perro adulto) para realizar esta labor debemos tener en cuenta con qué perfil de usuarios vamos a trabajar y según eso, qué requisitos deberá tener el animal para poder garantizar su bienestar. No es lo mismo interactuar  con personas de la tercera edad que con adolescentes o con niños muy pequeños. La intensidad de las sesiones será diferente y la forma de relacionarse del perro con el entorno también.

Debemos asegurarnos que el animal se sienta cómodo con ese colectivo y no únicamente eso, sino que además disfrute del contacto con esas personas y de su labor.

El carácter y el temperamento del perro son vitales para que sea posible seleccionar a un perro como perro de intervención.

Las características más importantes que debería tener un perro para poder acompañar al profesional a las IAA son: un temperamento equilibrado, estable, sin ningún signo de agresividad y que busque el contacto con las personas de forma natural.

Hay otras características que son muy favorables o incluso también necesarias para que el perro pueda ser seleccionado como perro de intervención:

  • Ser tranquilos.
  • Sociables.
  • Predecibles.
  • Confiables.
  • Facilidad para el adiestramiento.
  • Tolerancia a la manipulación.
  • Dóciles.
  • Sanos.
  • Amigables.
  • Desenvolverse bien en todo tipo de ambientes.
  • Resilientes.
  • Con buena capacidad de adaptación.
  • Tener un buen vínculo con el técnico – guía.

Características Perro de Terapia

 

Por supuesto que, en nuestro caso, además de las cualidades o características innatas del animal, previamente a desarrollarse como perro de terapia, debe recibir un entrenamiento adecuado y específico para realizar su labor. Este debe ser orientado a ciertos fines que permitan que el perro pueda acompañar al profesional de la salud a una sesión de terapia con perros. Por ejemplo:

  • Mantenerse quieto y tranquilo.
  • Estar habituado a ciertos materiales de trabajo como aquellos propios de los centros. Por ejemplo: sillas de ruedas, andadores, muletas, etc.
  • Permanecer tranquilo ante ciertos ruidos y sonidos fuertes.
  • Tolerar la manipulación y los contactos bruscos.
  • No asustarse ante determinados movimientos.
  • Comprender y realizar aquellas indicaciones que le comunique el técnico de terapia asistida con perros.

 

¿Hay razas mejores que otras para ser perros de terapia o en general, perros de intervención?

La realidad es que los perros de intervención no tienen por qué ser de alguna raza en particular. Como mencionamos anteriormente lo más importante es su temperamento y que sea un perro sociable que disfrute de la interacción con la personas.

De hecho, podemos encontrar multitud  de perros mestizos o de otras razas no tan comunes para esta labor, pero que presentan un temperamento extremadamente equilibrado y con todas aquellas características en  su carácter que lo capacitan para participar en las sesiones y lo que es más importante,  disfrutarlas.

Sí que es cierto que las razas que quizás son más populares y más comúnmente utilizadas en todo el mundo en lo que respecta al trabajo  terapéutico o asistencial con las personas podrían ser el Labrador y el Golden Retriever. Habitualmente son escogidos por su genética, su apariencia amigable, su carácter tranquilo,  equilibrado y su deseo de trabajar y agradar a las personas. No obstante, no hay que  olvidar que la raza no debería ser un factor decisivo a la hora de seleccionar un perro  para las IAA. Como ya hemos dicho, ante todo prima el temperamento, por lo que cualquier perro puede ser apto si posee las características mencionadas anteriormente.

Desde Entrelazadogs a la hora de incorporar un nuevo miembro peludo al equipo tenemos como principal valor el bienestar del animal en todo momento. Siempre nos encargamos de ir a buscarlos y seleccionarlos en entornos que tengan una forma de trabajar ética y respetuosa y que estén alineados con nuestros valores, ya sean criadores profesionales o protectoras.

 

¡A Entrenar!

¿Cómo se adiestra a un perro para que se convierta en perro de intervención (terapia, educación o actividades) ?

En nuestro caso, siempre buscamos y fomentamos que nuestros perros de terapia desarrollen habilidades tales que nos permita el que puedan acompañarnos a nosotras y a las personas (usuarios) en las sesiones. Nuestros perros de terapia facilitan que el paciente se motive, se desenvuelva y fluya en la sesión. Para ello, el tipo de adiestramiento que utilizaremos será siempre respetuoso e irá dirigido a lograr que el perro se adapte a aquellas necesidades específicas del espacio terapéutico en el que vaya a incorporarse.

El modo de interacción de nuestros perros de terapia es muy diferente según el caso, y por lo tanto, deben aprender a desenvolverse según cada requerimiento particular.

La clave del adiestramiento de nuestros perros de terapia se basa en fomentar que la sesión se convierta en un juego y potenciar el refuerzo social y la interacción con las personas, tanto con su guía como con el paciente.

¿De qué modo?

A través de la recompensa o el refuerzo. Es decir, premiando al animal cuando hace de manera correcta aquello que le estamos pidiendo. Reforzándolo mucho para que esa conducta tienda a repetirse en el futuro.

¿Qué tipo de recompensa obtiene?

Este punto es importante tenerlo en cuenta. A menudo observamos que en general premia a los perros con comida indistintamente: sin tener en cuenta sus preferencias, la dificultad del ejercicio, su nivel de ansiedad alimenticia, etc.  Es importante conocer los gustos del perro para poder elegir el grado de preferencias del alimento en el caso del que se use, pero sin olvidar nunca otro tipo de refuerzos: cómo el juego o el refuerzo social.

Cualidades perro de Terapia

Antes de iniciar el proceso de adiestramiento es necesario que el entrenador conozca lo suficiente a su perro como para saber qué tipo de reforzador y cuál es el que resulta de mayor interés para el animal. Es importante que el reforzador que se utilice sea apropiado, deseado y seguro para el perro.

En Entrelazadogs entrenamos siempre a nuestros perros de terapia desde el cariño y el respeto y nunca utilizamos estímulos aversivos que puedan dañar su salud tanto física como psicológica. Las sesiones de adiestramiento deben ser algo divertido para ambos (técnico y perro) y que fortalezca su vínculo.

 

Beneficios Terapia asistida con perros

Ya de por sí, todas las personas que convivan o hayan compartido tiempo con un animal conocen los innumerables beneficios que ello conlleva tanto en nuestra salud física como mental y emocional.

Cuando hablamos en concreto de los perros de terapia los beneficios se multiplican ya que el profesional que lleva la sesión es el encargado de extraer y exprimir al máximo todos los beneficios que pueden obtenerse de esa interacción y del vínculo que se establece entre su perro y el paciente. Algunos ejemplos pueden ser:

  • Mejora la autoestima.
  • Aumenta la confianza y la seguridad en sí mismo.
  • Aumenta la motivación y la participación en la terapia.
  • Promueve la adherencia al tratamiento.
  • Aumenta la tolerancia a la frustración.
  • Fomenta la autorregulación emocional.
  • Disminuye los niveles de estrés y ansiedad.
  • Favorece la relajación.
  • Aumenta la empatía.
  • Incrementa los niveles de serotonina y dopamina.
  • Ayuda a la superación de fobias.
  • Fortalece las relaciones sociales.
  • Reduce el sentimiento de soledad.
  • Facilita la integración y la cohesión grupal.
  • Fomenta la atención y concentración.
  • … y mucho más!

Si deseas obtener más información te invitamos a que leas nuestro artículo respecto de la Terapia Asistida con Perros y sus beneficios.

 

Perro de Terapia ¿Qué rol cumple en nuestras sesiones?

Los perros de terapia que participan en nuestras sesiones de terapia asistida con perros, ya sean grupales o se desarrollen de forma individual,  son perros que como ya hemos comentado, han sido elegidos muy cuidadosamente, entrenados y certificados para desarrollar un rol concreto en las sesiones.

Sabemos que con la sola presencia de nuestros perros de terapia en las sesiones el estado de ánimo de nuestros pacientes mejora y se sienten más cómodos.

Más adelante, el vínculo que logran establecer con los peludos facilita nuestro trabajo como profesionales ya que predispone al paciente a estar más receptivo y motivado a participar en las dinámicas o actividades y a percibir el entorno terapéutico como algo más amigable, cercano y accesible.

Sesiones con perros de Terapia

 

Los perros de terapia, y todos los perros de intervención en general, proporcionan beneficios en cuatro áreas:

  1. Cognitiva: El perro de intervención en este caso cumple la función de estimular, por ejemplo, la memoria a corto y mediano plazo. ¿De qué manera? A través de diversos ejercicios que ayuden al usuario a recordar características del animal como la raza, el color, el tamaño, etc. También mejora el grado de concentración y fomenta la diversión y las conductas de juego.
  2. Física: Cumple la función de estimular y motivar a los usuarios para trabajar y mejorar su desarrollo físico. ¿Cómo? Mediante actividades o ejercicios relacionados con el movimiento y que busquen promoverlo, como por ejemplo, caminar con los perros, ir de paseo, lanzar una pelota o realizar distintas acciones y actividades diseñadas con la finalidad de recuperar o mejorar, si la hubiera, la movilidad reducida.
  3. Social: El perro ocupa el rol de estimular el área vincular, ya sea con otras personas o con el entorno. ¿De qué manera? Se realizan diversas dinámicas o actividades, con el fin de que el usuario vaya adquiriendo seguridad y confianza para relacionarse de forma segura con sus iguales (otras personas), con el animal o con el espacio. Si se comparte un interés en común (en este caso los perros) este actúa como facilitador social y es más fácil establecer una conversación y relacionarse con los demás.
  4. Emocional: El animal en este caso, estimula y ayuda a que los usuarios expresen, comprendan y gestionen sus emociones. ¿Cómo? El perro puede actuar como herramienta de proyección con la que el usuario se siente identificado y logra empatizar. Se diseñan actividades en las que el animal funciona como mediador y fuente de apoyo emocional, con el fin de incentivar a poner en palabras, situaciones o hablar de temas que sean importantes para ellos.

Importante: Si bien  la presencia del perro de terapia es un factor fundamental para el abordaje y desarrollo de la sesión de terapia con perros, es el profesional de la salud quién tiene el peso de la sesión, se encarga de dirigirla y establece los objetivos a alcanzar y realiza el seguimiento y la posterior evaluación de las sesiones.

 

 Cuidados de los Perros de intervención

Los perros son seres sintientes y tienen derechos y necesidades que debemos respetar. Los perros de intervención tienen un papel fundamental en las sesiones y son de gran ayuda pero no hay que olvidar que ante todo son seres vivos que no debemos tratar  como a un mero “utensilio”, sino que deben ser cuidados de la mejor manera posible y velar siempre por su bienestar.

Para que nuestros perros de terapia gocen de buena salud es primordial que les proporcionemos una correcta alimentación, higiene, suficiente tiempo de descanso, estimulación, preparación tanto física como mental, etc.

Todas las entidades que se dedican a las Intervenciones Asistidas con Animales deberían tener unos protocolos y un código ético que regule y defienda cómo serán tratados sus animales.

 

A grandes rasgos ¿Qué debemos tener en cuenta?

  • Se recomiendan sesiones de no más de 45-60 minutos.
  • Los perros pueden participar en más de una sesión al día, siempre y cuando cuenten con el tiempo necesario para su descanso y recuperación.
  • Debe disponer siempre de agua fresca en las sesiones.
  • La capacidad de trabajo de cada animal, se encuentra ligado a su edad, condición física, adiestramiento y rendimiento particular.
  • Si el perro muestra signos de cansancio como falta de concentración, fatiga o desinterés, debemos cesar su actividad.
  • Es recomendable, en el caso de tener más de una sesión al día, combinar aquellas que son más demandantes para el animal (como sesiones con niños y niñas pequeños), con alguna otra más tranquila (como por ejemplo podría ser con personas mayores).
  • El perro debe trabajar en todo momento con su guía o técnico, ya que es él quien le conoce a la perfección y sabrá identificar las señales de estrés de su perro.
  • El técnico o guía debe conocer a la perfección a su perro y tener formación en adiestramiento y lenguaje canino.

 

Causas y detección del estrés en el perro de terapia:

 Aunque sabemos que las intervenciones asistidas con animales conllevan numerosos beneficios para los usuarios y también para los perros que participan en ellas (estimulación mental,  mayor vínculo con su guía, etc) también es cierto que existen ciertos riesgos que debemos procurar conocer y evitar en las sesiones. Por suerte actualmente en el campo de las Intervenciones Asistidas con Animales se están llevando a cabo investigaciones con el fin de proporcionar metodologías y protocolos de trabajo que procuren y garanticen tanto el bienestar humano como el bienestar animal.

El estrés que sufren los animales durante las sesiones suele ser una de las mayores preocupaciones por parte de los técnicos o guías caninos hacia sus perros. Establecer protocolos pre, durante y post sesión es imprescindible para garantizar que este aspecto esté controlado. Es inevitable que los animales, en este caso los perros, sufran situaciones incómodas en algunos momentos, que deberían ser por lo menos, puntuales. Algunos de ellos pueden ser:

  • Olores desconocidos.
  • Ruidos fuertes e inesperados.
  • Frustración.
  • Entorno desconocido.
  • Temperatura del lugar no adecuada.
  • Interacciones bruscas.
  • Varios perros participando en una misma sesión (aversión a la inequidad).

Para poder detectar qué momentos son los que incomodan a nuestro perro y de qué manera lo manifiesta es  imprescindible la formación del técnico o guía del animal. El conocimiento del lenguaje canino le ayudará a poder detectar de qué manera su compañero peludo muestra signos de malestar durante las sesiones para procurar evitarlos.

Cuando durante una sesión el técnico detecta que su animal no está bien y que realiza conductas que indican malestar debe decidir si es necesario interrumpir la sesión, proporcionarle unos minutos de descanso, cambiar de perro, etc. o incluso valorar si hay que finalizar con ese programa/ intervención.

El mayor problema y por ello la mayor necesidad que encontramos en los animales de intervención, en concreto con nuestros perros de terapia, es la falta de recuperación después de estar expuestos a estímulos estresantes. A grandes rasgos podemos decir que los picos de estrés no siempre son negativos, sino que muchas veces ayudan al perro a reaccionar mejor y mantenerse motivado. No obstante es crucial que se les proporcione un descanso de calidad y en cantidad necesaria para que puedan recuperarse y el estrés no se convierta en estrés acumulativo, lo que podría ocasionar problemas de salud.

 

Los animales y sus enseñanzas

Como hemos visto a lo largo de este artículo, el papel del perro de terapia es fundamental en nuestro trabajo. Como sabemos, estar en contacto con los animales y en general con la naturaleza nos aporta muchísimos beneficios para nuestra salud física y mental. Todo aquel que haya tenido la oportunidad de estar cerca de algún animal sabrá que no hay nada más maravilloso que forjar un vínculo con ellos y sentir su amor y ternura incondicional. En nuestro trabajo como psicólogas aprovechamos todo ello para facilitar al paciente el proceso terapéutico y lograr que sienta bienestar al estar cerca de nuestros perros de terapia. Es por ello que siempre estaremos inmensamente agradecidas a nuestros compañeros de cuatro patas por facilitarnos el trabajo y llegar al corazón de tantas y tantas personas.

 

 

CONTACTA CON NOSOTROS


Contacto entrelazadogs formulario
  • Horario: Lunes a viernes  9:30- 19:30h

  • Teléfonos:+34 627 269 447  / +34 657 632 464

  • Mail: info@entrelazadogs.es

  • Dirección: Calle Valencia 306 Principal Primera, CP 08009, Barcelona

Envíanos un Email:









    Lee nuestra política de privacidad y aviso legal antes de enviar el formulario

    Responsable de datos: Entredogs Therapy Scp, Finalidad: Responder a solicitudes del formulario, Legitimación: Tu consentimiento expreso, Destinatario: Entredogs TherapyScp, Derechos: Tienes derecho al derecho al acceso, rectificación, supresión, limitación,portabilidad y olvido de sus datos

    He leído y acepto la política de privacidad

      × Contáctanos

      Esta web usa cookies operativas propias que tienen una pura finalidad funcional y cookies de terceros (tipo analytics) que permiten conocer sus hábitos de navegación para darle mejores servicios de información. Si continuas navegando, aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración, desactivarlas u obtener más información más información

      Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

      Cerrar